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¿Qué es el dead hang o colgarse de manos en barra?
El dead hang es un ejercicio de suspensión en el que te cuelgas de una barra fija con las manos y permites que tu cuerpo cuelgue libremente. Es un ejercicio simple pero efectivo que trabaja principalmente la fuerza de agarre, los músculos de los brazos, los hombros, la espalda y los músculos del core.
¿Cómo hacerlo?
- Encuentra una barra fija: Busca una barra lo suficientemente alta para que puedas colgarte sin tocar el suelo con los pies cuando tus brazos estén completamente extendidos.
- Agárrate a la barra: Agárrate a la barra con las manos, manteniendo los brazos rectos y los hombros en posición neutral.
- Cuelga libremente: Permite que tu cuerpo cuelgue libremente, manteniendo los brazos extendidos. Intenta relajar los hombros y no encogerlos hacia las orejas.
- Mantén la posición: Mantén esta posición durante el tiempo deseado o hasta que sientas fatiga en los músculos.
- Baja con control: Baja con cuidado y control, evitando soltar la barra bruscamente.

¿Qué necesitas?
- Una barra fija o barra de dominadas.
- Determinación y consistencia para practicar regularmente.
Beneficios a corto plazo:
- Mejora del agarre: Fortalece los músculos de los antebrazos y las manos, lo que mejora el agarre.
- Activación muscular: Trabaja los músculos de los brazos, hombros y espalda, lo que puede aumentar la activación muscular en estas áreas.
Beneficios a mediano plazo:
- Fortalecimiento muscular: A medida que practicas regularmente, verás mejoras en la fuerza de tus brazos, hombros y espalda.
- Mejora postural: Al fortalecer los músculos de la espalda, puedes mejorar tu postura y reducir el riesgo de lesiones.
Beneficios a largo plazo:
- Prevención de lesiones: Mantener una musculatura fuerte en los brazos, hombros y espalda puede ayudar a prevenir lesiones relacionadas con estas áreas.
- Desarrollo de la fuerza funcional: El dead hang puede contribuir al desarrollo de una fuerza funcional que sea útil en actividades cotidianas y deportivas.
Recuerda que es importante mantener una técnica adecuada y no forzarte más allá de tus límites. Siempre es recomendable consultar con un profesional de la salud o un entrenador personal antes de comenzar cualquier nuevo programa de ejercicio, especialmente si tienes alguna lesión o condición médica preexistente.
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